A MODO DE INVENCIÓN. PRESENTACIÓN

Aquí comienza una aventura fascinante: la aventura del saber. Ese saber que no necesita justificación ni finalidad, y que proporciona, para lo que lo saborean, un inmenso placer. Un saber que es un modo de vida, y que es más importante que los conocimientos que aporta. "Corazón tiene el que mira el abismo, pero con orgullo", decía Nietzsche. Así que... ¡Atrévete a saber!


miércoles, 1 de diciembre de 2010

Balada del solista idiota

El yo es una casa construida con las propias manos, a veces de tierra y agua, a veces de soga y viento. En ella se encuentran perfectamente repartidas las habitaciones, cada una amueblada, además, según condición. El cuarto principal, donde descansa y se place el rey de la casa, la cocina, el cuarto de baño, e incluso un espacio común, la sala de estar, donde festejar y no cenar solo. En esta casa construida con las propias manos se pueden abrir o cerrar las ventanas al exterior, bajar o subir sus persianas. Encender una vela a oscuras y escuchar un disco hasta el infinito, o salir a la terraza a charlar con el vecino, respirar el profundo aire de las calles. Pero lo que no puede faltar en una casa construida con las propias manos es el cuarto de invitados, situado, según el caso, felizmente a la entrada frente al cerezo del jardín donde canta el ruiseñor al renacer el sol cada mañana, o relegado, según el caso, a una breve y umbría habitación junto a la caseta de un perro ladrador, con una vieja manta que ofrecer, al fondo del placard.

3 comentarios:

  1. amigos/as del patio de butacas, ¡vosotros/as dormís conmigo! ¡abrazados!

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  2. Cómo era ese cuento de Cortázar, ¿casa tomada?, el yo es como esa casa, pero sin salir de allí nunca

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