Camarero
un ciempiés en mi zapato.
Cien veces seccionó la impertinencia
con garras de oso amenazado.
Mientras el hombre ofrecía
cerillas prendidas en la boca
reliquias de Praga y de Iwo Jima
camisas que enmascaran la joroba
guindolas de uso en el desierto
y un curso superior de etnología
el viajero ha gemido
mirando
cien patas separadas del artrópodo
corriendo por el centro de la mesa.
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