(traducción de La non-demande en marriage de George Brassens)
en la garganta de Cupido
su propia flecha;
tantos amantes lo intentaron
que infelices apagaron
la luz, la mecha.
Estribillo:
un honor es
no tener que
pedir tu mano;
no es empeño
ser los dueños
del amor humano.
Dejemos libres a los pájaros
las palabras son los atajos
a nuestra prisión.
¡Al diablo esos sabiondos
que expresan los negros hongos
del corazón!
Venus envejece a menudo
perdiendo su don mudo
de diosa altiva
a ningún precio quiero
deshojar en el puchero
la margarita.
Perdemos todo el atractivo
preguntándonos el acertijo
una y otra vez
hermosas hojas verdes
arrugadas en libros pierden
su florecer
Puede parecer un descanso
meter el alma en un cazo
de cocinar
mas la manzana prohibida
si está cortada, si está hervida
no sabrá natural.
Los criados se han marchado
de las labores, con agrado
yo te dispenso…
como mi eterna prometida
así te pienso, mi vida
siempre te pienso…
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